PARA
CONTAR
Arturo Zárate
Vite
¿Ya hay ganador del
2018?
Para quienes todavía
confían en las encuestas, porque la mayoría lo coloca con una amplia
ventaja, no hay le menor duda de que Andrés Manuel López Obrador ganará
las elecciones del 1 de julio. Puede ser. El único pero es que las más
recientes encuestas electorales en México y en el mundo, no han sido
certeras. A veces se olvida este detalle.
Si escuchamos y
leemos lo que escriben quienes generalmente ven negativo todo lo que sea
oficial o tenga sello de gobierno, tampoco hay duda de que el próximo
presidente será tabasqueño. Su percepción puede ser cuestionada por su
reiterada parcialidad.
También si
escuchamos y leemos a los que presumen de neutralidad, los puros, los
inmaculados, todos los indicios apuntan a que AMLO ocupará la silla
presidencial a partir del 1 de diciembre. Con la honestidad que presumen
tendrían que aceptar que su análisis podría ser desatinado, no sería la
primera vez. Son humanos y nadie es perfecto.
Si le pregunto a mi
amigo Joaquín, con estudios universitarios, profesional de la
contabilidad, está convencido y espera ese resultado. No es una posición
que haya sido influenciada por las encuestas ni por los analistas. Desde
hace 18 años tiene la esperanza de verlo triunfar. Le perdona todo a su
candidato, hasta la incongruencias. Hay que decir que Joaquín nunca ha
trabajado en el servicio público ni tampoco ha militado ni milita en los
partidos del ahora morenista. Sin embargo, tiene claro que en una
elección la última palabra es del votante. Y como en los dos anteriores
procesos donde perdió su favorito, aceptaría tercer resultado adverso,
no se cortaría las venas ni iría a bloquear Paseo de la Reforma. Tampoco
le quitaría la correa al tigre. Seguiría en lo suyo, en su trabajo,
empleado en la empresa privada. Igual la convivencia en su familia, con
sus amigos. Sucedería lo mismo si ganara su candidato. No aspira a un
cargo público ni espera un pago por su voto.
Mi amigo Mario está
ansioso por conocer el resultado. Cree que ha llegado la hora del
cambio, el momento de darle la oportunidad al tabasqueño, porque los
otros ya lo desilusionaron. En sus mejores tiempos, simpatizó con el
PRI. Después creyó en las promesas de Vicente Fox. Juzga que López
Obrador es la opción ante la descomposición política que sufre el país.
Ve a los otros mucho peor, inelegibles. Está animado como cuando vio lo
que pasó en el 2000. Nada más que su esposa piensa todo lo contrario, no
a votar por el morenista porque está en desacuerdo con que se les de
dinero a quienes no hacen el mínimo esfuerzo por obtenerlo. Tampoco le
gusta que divida al país entre ricos y pobres, como si todos los ricos
fueron iguales o todos los pobres fueran iguales. Además, tiene amigas
tabasqueñas que le dicen que en Tabasco no quieren a Andrés Manuel, por
incendiario.
Mi amiga Laura,
quien trabaja en el servicio público, está con cierto miedo porque teme
que si gana el favorito de las encuestas, perderá su trabajo y el único
ingreso para mantener su familia. Teme que si llegan los morenistas,
corran a todos los que no son morenistas.
Yo digo que hay que
esperar al 1 de julio. Sin duda, los tres debates, ya lo vimos en el
primero, ayudarán a emitir un voto mejor informado.
@zarateaz1
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Arturo Zárate Vite
@ Zarateaz1
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